Con la realización de un estudio termográfico podemos realizar tareas de mantenimiento preventivo y correctivo en todo tipo de instalaciones. Estas cámaras tienen la capacidad de captar las radiaciones infrarrojas que permiten detectar temperaturas anormales que a simple vista son imperceptibles.
En un estudio termográfico se toman fotografías de los puntos que pueden parecer anormales para analizarlos posteriormente. Todas las fotografías van acompañados de fotografías reales para una fácil asimilación del punto crítico.
Durante el estudio no es necesario interrumpir procesos industriales ni maquinaria, ya que es precisamente cuando mejor podemos detectar anomalías en los sistemas.
En componentes eléctricos nos permite localizar una conexión o componente defectuoso, lo que nos anticipa a la corrección del defecto minimizando los daños en la instalación.
En edificación podemos detectar defectos de aislamiento, puentes térmicos, infiltraciones de aire, humedades... los cuales nos ayudaran a encontrar la forma de corregir las deficiencias para no malgastar más energía y conseguir ahorrar dinero.
Podemos realizar diferentes tipos de estudios adaptados a todas las necesidades:
- Mantenimiento preventivo de maquinaria industrial
- Detección de sobrecalentamientos de líneas eléctricas
- Cojinetes en mal estado de motores eléctricos
- Estudio de pérdidas energéticas en edificación
- Detección de puentes térmicos y humedades
- Detección de infiltraciones de aire
- Detección de tuberías sin aislar o con el aislante defectuoso
A continuación podemos ver algunos ejemplos de las múltiples utilidades de esta herramienta:
Tomando una sola fotografía infrarroja, vemos que hay algo que no es del todo correcto.
Si lo analizamos detalladamente vemos que hay un punto de interconexión que se sobrecalienta de forma anormal, debido a una sobrecarga de energía. Sin un sistema de termografía, habríamos tenido que comprobar los consumos uno a uno para encontrar esta sobrecarga.
Aqui vemos un ejemplo de tuberias de calefaccion sin aislar. Poniendo aislante desde la caldera hasta los radiadores aumentaremos el rendimiento del sistema y llegará el agua a mayor temperatura.
Se pueden detectar humedades en techos y fachadas como podemos observar en la parte oscura de la imagen inferior.
En fachadas sin aislar veremos los puentes térmicos que tenemos en el forjado y buscaremos soluciones de mejora.
Aunque puertas y ventanas aparentemente cierren bien, podemos ver si hay infiltraciones de aire desde el exterior.
